Para reconocer los cinco elementos, los chinos designaron cinco órganos principales: el hígado, el corazón, el bazo, el pulmón y el riñón (el término <bazo> designa el conjunto del bazo y del páncreas).
Estos cinco órganos, llamados Zang, son todas las vísceras llenas del tronco, por oposición a las entrañas huecas que son el estómago, la vejiga, la vesícula biliar, el intestino delgado y el intestino grueso, y que los chinos llaman Fu.
En su mayoría los órganos tienen una función metabólica. A través de ellos el organismo elabora las sustancias vitales (anabolismo) o destruye las que serán desechos destinados a ser evacuados (catabolismo).
Estos cinco órganos son considerados como las piezas fundamentales del equilibrio político del Imperio de nuestro cuerpo. El corazón es el emperador, el más importante de los órganos, en relación con el Sol. Todos los planetas giran a su alrededor. Si el corazón se para, la vida cesa inmediatamente. El hígado es el general en jefe que establece los planes. El bazo y el páncreas son los graneros donde se organiza el suministro en forma de alimento. El pulmón es el ministro del Estado que controla la energía del cuerpo. Por último, el riñón es el ministro que se encarga de la raíz de la vida.
Cada uno de estos órganos está asociado con una de las entrañas Fu. Éstas son vísceras de tránsito, capaces de contraerse para hacer avanzar y evacuar sustancias líquidas o sólidas.
- El hígado está asociado con la vesícula biliar.
- El corazón está asociado con el intestino delgado.
- El conjunto bazo-páncreas está asociado con el estómago.
- El pulmón está asociado con el intestino grueso.
- El riñón está asociado con la vejiga.
Para completar esta clasificación, cada uno de estos conjuntos está asociado, según su elemento de referencia, con una dirección, con una estación y con un planeta.
ÓRGANO O FUNCIÓN ORGÁNICA
La medicina occidental habla de los órganos y de sus trastornos. La medicina china hace lo mismo. Sin embargo, cada una da a este término un sentido diferente.
El concepto chino de órgano no tiene mucho que ver con lo que habitualmente entendemos por este nombre, según nuestra concepción basada sobretodo en la anatomía y la fisiología. Ciertamente, existen correspondencias entre estas nociones, pero una y otra abarcan territorios que no están perfilados de la misma manera.
Un ejemplo: el riñón.
En occidente, esta palabra designa el órgano renal, con su fisiología de filtración y excreción. El término chino hace lo mismo, pero va más lejos. Incluye los órganos y otras funciones que están relacionados con él: la glándula genital, el aparato genital, huesos y médula ósea, médula espinal y cerebro, dentición, audición, producción de sangre, funciones cerebrales y funciones sexuales.
Por lo tanto, el término chino de órgano no solamente designa el mismo órgano, sino también todo el conjunto de funciones relacionadas con él, de cerca o de lejos.
La Teoría de los Cinco Elementos aplicada a la Medicina Tradicional China trata de describir la relación que hay entre la naturaleza (el exterior) y nuestro organismo (el interior). Todos los elementos influyen en la área patológica y fisiológica. A través de la Acupuntura, por ejemplo, se pretende conseguir un equilibrio armónico de los cinco elementos; ya que se cree que cuando estos no están equilibrados es cuando se producen síndromes patológicos.
- Madera. Se asocia con el hígado y la vesícula biliar. El sabor que le corresponde es amargo o agrio, el color asociado es el verde y su elemento es el viento. Cuando el elemento de la madera se encuentra equilibrado, se fomenta la creatividad, imaginación y dinamismo y la aventura. No obstante, su exceso causa impulsividad, riesgos y malentendidos.
- Fuego. Se asocia al corazón y al intestino delgado. El sabor que le corresponde es el amargo, el color asociado es el rojo y su elemento es el fuego, el calor. Las personas cuyo elemento principal es el Fuego se comunican de forma fluida. Este elemento se relaciona con líderes, fama, personas alegres y con una gran capacidad verbal. Su exceso puede provocar estrés, violencia y agitación mental.
- Tierra. Se asocia al bazo, al páncreas y al estómago. El sabor que le corresponde es el dulce, y su elemento es la humedad. Este elemento representa la fertilidad y se asocia a personas sólidas y equilibradas y con la capacidad para juzgar de forma justa.
- Metal. Se asocia al pulmón y al intestino grueso. El sabor que le corresponde es el picante, el color asociado es el blanco y su elemento es la sequedad. Se caracteriza por la lógica, la disciplina y la estructura. Su exceso provoca frialdad, crueldad, falta de comunicación y sentimientos reprimidos.
- Agua. Se asocia a los riñones y a la vejiga. El color que le corresponde es el negro, y su elemento es el agua. Se relaciona con personas valientes y con una gran capacidad para luchar y sortear obstáculos. Se manifiesta, a su vez, como emociones, sentimientos, inspiración artística, sensibilidad y adaptabilidad. Si este elemento se encuentra en exceso puede generar inestabilidad, tristeza y depresión.
EL EXCESO Y EL VACÍO
Esta concepción de los órganos desemboca en una visión apasionante del origen de las enfermedades. Según sus causas aparentes sean internas o externas, conducen a dos tipos de desequilibrios:
- Un desequilibrio por exceso energético, en el cual la máquina se acelera y se sobrecalienta y
- Un desequilibrio por vacío, en el cual la máquina está averiada o funciona al ralentí.
Y cuando un órgano se halla en situación de vacío o exceso, el conjunto de funciones relacionadas con él sufre un desequilibrio.
De este modo, esta energía primordial, vital, que anima la Creación y mantiene la vida de todo lo que existe en esta Tierra, circula entre los órganos (en el sentido chino del término). Así pues, los órganos están relacionados con los cinco elementos. Toda enfermedad está provocada, directa o indirectamente, por un desequilibrio de esta circulación energética.
Las nociones de vacío y de exceso energético están en el centro de la práctica médica china. Corresponden a dos términos muy conocidos hoy en día en occidente; el Yin y el Yang.
Extracto del libro: Guía Práctica de Medicina China. Yves Réquéna marie Borrel.